domingo, 8 de mayo de 2016

Abriendo mis recuerdos que el porno mató

En casa de mis primos jugaba al parchís, al juego de la oca y a los juegos reunidos; a mediodía no había televisión, cortaban la emisión; sólo había un canal, hoy sólo con la TDT no te da tiempo de ver un solo programa, hemos importado el ZAPPING. En aquellos tiempos, la vecina entraba a tomar café a casa y a charlar con mi madre y aun recuerdo ir a la venta a comprar cuatro huevos, un paquete de mantequilla el ancla y cien gramos de carne jamonada que me cortaban a cuchillo y la señora de la venta para que  el embutido saliera de la lata soplaba por el orificio que hacía en la parte contraria de la lata con el mismo cuchillo. Recuerdo los columpios de plástico del malo y el hierro lleno de óxido. Aun así sigo vivo, seguimos vivos. Hemos sobrevivido a jugar en la tierra de la calle y llegar a casa con las rodillas peladas por las caídas y sucios como si viniéramos de trabajar en una mina. Pero veníamos como si hubiéramos conquistado el mundo.

Recuerdo a los Chiripitifláuticos, a Valentina y a los hermanos Mala Sombra, a los payasos de la tele, a los globos que eran tres. Heidi, Pedro y Clara junto con Marco nos hicieron llorar pero un día vino Mazinguer Z  y salvó al mundo de las agresiones del Varón Ashler. ¡Qué tiempos!Ahora no soy capaz de saber que ponen en la tele para los niños, bueno si, el Shin Chan ese…

LOS RECUERDOS SON NUESTRO ADN DE LA HISTORIA, FORMAN PARTE ABSOLUTA DE NOSOSTROS Y MUCHAS VECES NO SOMOS CAPACES DE RECORDAR COSAS O SITUACIONES QUE NOS HICIERON SENTIR ABSOLUTAMENTE FELICES, PERO SOLEMOS TENER MÁS PRESENTES TODAS AQUELLAS QUE NOS LO HICIERON PASAR MAL.                      ¿QUÉ COSAS VERDAD? LO MALO COMO GATOPORNO HAY QUE OLVIDARLO PARA EVITAR QUE NOS DESORDENE EL CAJON DESASTRE DE LOS RECUERDOS.


que cuando íbamos a la playa era para ir todo el día y llevábamos los bolsos con las toallas, con la comida, la nevera… y pasábamos un día impresionante tanto fuera en las Teresitas o en el antiguo Balneario de Santa Cruz de Tenerife. No sé decir si aquello fue peor o fue mejor que como veo hoy que  la gente joven vive su infancia y pubertad, parezco mi abuelo, fue diferente, cada época tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.
“Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda.”